Hoy...

"..."

24 nov 2011

Entropía cerebral y demás autofelaciones I, a falta de pan...

No es que uno, en un ataque de racionalidad autoinducida por una prolongada estancia en el país de la inmoralidad y la perversión, no se ponga en plan Punset y piense "ninguna de tus neuronas sabe quien eres ni le importa". Si llegas a este punto probablemente no hace mucho que has vuelto a notar que el que está encima de tus hombros se ha ido de juerga sin avisarte (a ti, esa parte de ti que intenta calcular cuanto dinero queda para gastar esta noche). Probablemente haya salido en busca de dopaminas, endorfinas, oxitocinas, serotoninas o algunas otras pivas de la misma idiosincrasia.
Ahora la pregunta que me viene a la mente es ¿Cual de los dos irá en busca del otro?
No es que eso importe mucho, en fin, la cosa está jodida y la resaca asegurada.

Claro que si nos paramos un poco a recordar seguro que alguno de los dos dirá...

-Pues claro que lo sabias, subnormal!-

Esta entrada, a parte de recordarme ciertas cosas que siempre olvido, sólo pretende enfatizar el hecho de que posiblemente en absoluto somos completamente responsables de nosotros mismos. Nuestro cerebro sólo está ahí intentando mantenerse con vida, reproduciéndose y nutriéndose a pesar de las variaciones ambientales. Nosotros sólo somos una consecuencia. Nuestras neuronas sólo están ahí; haciendo lo mejor que saben para preservar un cachico de ADN. En realidad ni eso! Ellas solo están ahí como consecuencia de los caprichos de este ADN que fuerza a la materia a un orden y a unas necesidades infinitamente insaciables. Qué engreído este cachico de ADN desafiando deliberadamente a la entropía y haciéndonos cómplices de sus batallas!!! La verdadera pregunta que por el momento ni me molestaré en plantearme seriamente es ¿Porqué hay una estructura que se empeña, gratuitamente en desafiar la entropía, pa qué!, mejor dicho?
Por otra parte, gracias.

Y todo esto a santo de qué venia??? Ah sí, ok!