-No se porqué te gusta tanto tío
-Bueno...- Digo -Tampoco es para tanto, me gusta y ya está.- Y contesta él esta lindeza que en su momento me hizo bastante gracia (Ayudó bastante su especial forma de hablar y gesticular, zupongo que la cerveza también haría de las suyas...).
-A mi no me gusta tío, sobreactúa demasiado, además, nadie es tan lúcido. Ni yo...con una botella de ron-.
Ahora queda todo mucho más claro. Un abrazo Ricky!
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