Hoy...

"..."

17 feb 2010

Lo que el viento "se llevó"

¿Pero qué coño digo? ¿cómo me puedo dar el lujo de poder tener esta melancolía a estos miseriosos veinte años? No hay razón para ello. Tal vez sea por el olvido consumido, o por la propia degeneración-regeneración de la sociedad en la que vivo.. Aquella época en la que te era permitido moralmente "odiar" a otro por lo que representaba. Pero ahora ¿qué representamos? Si, representamos algo, y sinceramente, es tan odiable o más que aquello. Tanto que hace que nos odiemos a nosotros mismos, como en aquella época, pero del mismo modo que a los demás. Y es que aunque siempre hemos representado lo mismo, entonces guardábamos las apariencias y sobre todo teniamos fe, una fe distinta. Pero ahora, ¿qué fe tenemos? ¿qué intenciones tenemos para con el mundo? ¿qué esperamos de él? "Morriña"(o como sea) es lo que tengo de aquel momento en el que teniamos una pizca de rebeldía, no mucha, hay que decirlo. Pero ahora te levantas y ni te acuerdas de cuando fué la última vez que cogiste el aerosol para escribir sobre las esvásticas un contundente ¡hijosdeputa! A decir verdad, no es sólo esto, es mas bien la fuerza que te dan tus sueños para seguir adelante, y no es que me falten, es que... sí son mis sueños coño! pero yo tenía otros y ahora añoro aquellos que me he permitido olvidar, aquel modo de vida que lejos de estar lejos nunca estará tan cerca de volver a estar tan cerca. Aquellas fumadas que llevaban consigo aquel estado, que adulterado por el tabaco, si que te permitían volar hacia el mundo de la duda, de no saber muy bien como haber llegado a esos puntos intermedios en un razonamiento moderadamente complejo sobre nada pero que producía una verdadera y peculiar sensación de placer y desesperación..Verdaderas pajas mentales sin orgasmo final...
si, también recuerdo esa terrible sensación de buscarlo y no llegar más lejos. oh si, aquello si que fue desesperación. La cama sin hacer, la lavadora por tender y... y bueno, lo que nos queda en... Algo se nos quedó en aquel lugar y sé que un día volverá para encontrarnos. Para conciliarnos con el presente. Pero no es eso lo que ahora me preocupa. Lo que de verdad me preocupa es el desdén que nos dejo, la apatía que repartió el tiempo sobre nosotros, la confianza, el escepticismo que se llevó y sobre todo la impotencia que sembró sobre nuestras crédulas seseras. La risa de los que creen que no es posible. Eso si que es triste. No darnos siquiera la posibilidad de creer en otra cosa. Eso nos dejó. Y aquello se llevó.

2 comentarios:

Joel dijo...

La risa de los que creen que no es posible. Eso si que es triste...

Amparo dijo...

Es más triste contagiarse...